La Música como disparadora de la creatividad
La Música como disparadora de la creatividad en matemáticas y ciencias
http://www.nsf.gov/news/special_reports/science_nation/musiccreativity.jsp
Desde las grabaciones a los estéreos y hasta los CDs y los iPods, la música ha sido parte del alma de la adolescencia. Aprender matemáticas y ciencia en clase no siempre se entiende como una prioridad.
Parag Chordia, director del Laboratorio de Inteligencia Musical en Georgia Tech, está encontrando modos de juntar esas distantes realidades.
“De qué manera puede la música ser usada para pensar sobre problemas científicos, de qué manera la música puede ser usada como una especie de catalizador de nuestro pensamiento en otras áreas?” se pregunta Chordia.
Con apoyo de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de los Estados Unidos, Chordia esta investigando las raíces neurológicas del proceso creativo. Y la música es el ingrediente clave. “No encontramos ni una cultura que no tenga lenguaje – no encontramos ni una cultura que no tenga música. Por lo tanto, la música parece ser universal,” dice.
Mientras la música y los programas de arte son frecuentemente las primeras asignaturas que sufren recorte en los presupuestos escolares ajustados, Chordia dice que puede no ser la mejor estrategia. “Para ser un gran ingeniero; para producir productos realmente innovadores y para traspasar las fronteras de la ciencia, tienes que ser creativo. Y la música no es sólo diversión o algo extracurricular, pero es algo realmente fundamental para la vida y la mente,” dice.
Una de las dificultades para enseñar matemáticas y ciencia es que rápidamente se convierte en algo muy abstracto. Tienes que contar con puntos de referencia que la gente pueda relacionar y se transforma en algo mucho más fácil. Entonces, mientras nosotros hablamos sobre enseñar conceptos matemáticos básicos, o diseñar experimentos, tu puedes diseñar experimentos alrededor de la música,” explica.
Las estadísticas, por ejemplo, pueden ser usadas para modelar música. “Por ejemplo, si escuchas una melodía, la melodía esta construida sobre diferentes pequeños motivos, y esos motivos se juntan para hacer patrones más grandes y esos patrones grandes forman grandes bloques sobre los cuales construimos,” dice Chordia.
“Entonces, es muy similar al lenguaje, donde dejas esas unidades de bajo nivel acústico como fonemas, las cuales forman sílabas, las que luego forman palabras. De esta manera, lo que intentamos hacer aquí es representar el proceso de la formación de patrones,” dice.
Estudios demuestran que a diferentes edades, las conexiones musicales funcionan como herramientas de enseñanza.
“A nivel escolar, los estudiantes que asisten a programas de música son los que más se gradúan porque entre otras cosas, logran mejorar su retención,” dice Chordia. “Y, en términos de educación temprana, se ha demostrado con gente que ha estado expuesta a la música a edad temprana, que la exposición intensiva a la música a edad temprana mejora los resultados cognitivos.”
Chordia entiende el proceso creativo desde varios ángulos. El es maestro del sarod, un instrumento clásico de la India y también es matemático. Su investigación trata sobre cómo todos esos componentes trabajan juntos.
“Es la creatividad sólo el talento de unos pocos — es sólo rociada sobre unas pocas personas y nada más? Yo diría que no, que la creatividad es algo que todos tenemos dentro de nosotros y que se trata de encontrar cómo desbloquear esa creatividad,” dice.
Con herramientas tales como electroencefalogramas (EEGs) y resonadores magnéticos, Chordia está investigando si la “creatividad en tiempo real”, tal como la improvisación en una banda de jazz, utiliza el cerebro de una manera diferente. “Cuando una persona está improvisando, está ingresando en un estado creativo único, y de confirmarse, de qué se trata ese estado?” se pregunta.
Los escaneos cerebrales muestran cierta diferencia cuan músicos profesionales tocan música compuesta, en relación a cuando están improvisando. Estudios futuros podrías estar designados para enfocarse exactamente en lo que está sucediendo cuando alguien experimenta su creatividad interior.
Otro trabajo en el Laboratorio de Inteligencia Musical involucra a música y computadoras.
El estudiante graduado Avinash Sastry investiga la “creatividad computacional.” Mientras esto puede sonar más allá de los alcances que pensamos que estas máquinas realizan usualmente, la idea es permitir a las computadoras hacer lo que ellas saben hacer mejor, liberar a los profesores humanos y a los compositores para que hagan su mejor trabajo.
Sastry escribe programas de computación que analizan composiciones musicales; entonces, las computadoras escriben su propia música.
“Entonces tenemos una base de datos de composiciones, dándole (a la computadora) alguna idea de lo que podría esperar. La máquina analiza toda la información y construye su árbol de probabilidades. Intentará predecir lo que sucederá en cada tiempo y usará esa información para componer sus propias secuencias mientras avanza,” explica Sastry.
Sastry dice que puede fácilmente ver esto como una herramienta educativa para chicos y también para músicos. El compositor humano ofrece a la computadora un punto de partida, y luego la máquina ayudará a componer.
“La idea es usar todo junto… usar las habilidades computacionales junto con nuestras emociones, habilidades, creatividad, y poner todo junto y hacer una especie de colaboración!” dice Sastry.
Una aplicación para iPhone que Chordia y sus colegas crearon dan un estímulo psicológico a personas que no creen tener habilidades musicales.
Se llama LaDiDa, y cuenta con varios millones de usuarios. “Cantas en la aplicación, ella escucha lo que estás cantando, y compone música que la acompaña. Nuestro objetivo es hacer de la música una expresión extendida como expresión social,” dice Chordia.
Soy un cantante muy malo, y pienso que parte del objetivo de esta tecnología es permitir a la gente como yo sentirse más confiada para hacer música. Hay muchos videos en YouTube de usuarios de LaDiDa, desde Chordia mismo hasta el perro cantante Mishka, usando la aplicación y en la mayoría de los casos, sonando mucho mejor luego de que la música de la aplicación es agregada.
“Mucha gente a que estamos apuntando son jóvenes entre 13 y 18 años, quienes están realmente comprometidos en la música. Y ellos quieren tener la experiencia de hacer música. Recibimos mails todo el tiempo, ‘Yo temía cantar pero ahora esto me hace desear cantar todo el tiempo’,” dice Chordia. Y esas experiencias musicales que enriquecen la mente pueden también disparar aptitudes en la ciencia y en la tecnología.
“La creatividad reside en el corazón de la economía moderna,” dice.
La investigación de este artículo se realizó con fondos de la NSF a través de la American Recovery and Reinvestment Act de 2009.
Miles O’Brien, Science Nation Correspondent
Marsha Walton, Science Nation Producer